jueves, 1 de diciembre de 2016

Biotecnología y tecnologías de la información

   

Francis Fukuyama elabora dos hipótesis sobre el futuro, sobre el futuro social, político y económico de la civilización actual. Estas dos hipótesis se basan en dos libros de literatura escritos hace mas de un siglo. Uno es de George Orwell, titulada "1984" y el otro es de Adolf Huxley, "Un mundo feliz". Dos textos que le sirven de apoyo para analizar posibles escenarios en el futuro y a la vez para hacer un diagnóstico del presente. 

    De Un mundo feliz  extrae el impacto de la biotecnología, esto es la posibilidad de control de la naturaleza humana por medio de sustancias químicas, la posibilidad del control genético como medio para controlar la conducta. De 1984 tomará el impacto de la tecnología de la información, que es el control de la conducta y de la subjetividad a través de la información.

   Son cuestiones de suma actualidad que no se puede evitar de ningún modo. Por un lado tenemos el papel de la ciencia y la técnica aplicada a la psicofarmacología por ejemplo. Y por el otro el papel de los medios de comunicación, la revolución de las comunicaciones a través de Internet, la proliferación de la imagen y la infinidad de pantallas como elementos que han transformado la existencia y la vida humana. Digo que no se la puede evitar porque en general estos temas están ausentes en muchos debates y planteos que se realizan cuando en realidad deberían ser siempre un punto de partida teórico.

   Como dice el autor de El fin del hombre esto constituye una revolución tecnológica cuyas consecuencias son los avances de la neurofarmacología, de la investigación de las células madres y la manipulación de embriones para optimizar la naturaleza de los futuros hijos. El autor se pregunta lo siguiente: "¿Qué será de los derechos políticos cuando de verdad seamos capaces de producir unos individuos con sillas de montar en las espaldas y otros con botas y espuelas?". Podríamos responder que desconocemos si las biotecnologías han logrado esto, desconocemos si algunos nacen esclavos por deficiencias genéticas o cerebrales. Mas bien esto nos parece algo de lo que hay que desconfiar, sospechar y analizar. Porque se constata que esta forma de concebir la vida humana, donde algunos sujetos por ejemplo "nacen pobres" y otros nacen líderes, esta manera de entender la subjetividad tiene cada vez mas adherentes.

     Con respecto a Un mundo feliz, es el problema que muchos han empezado a advertir de la medicalización masiva de la población. En un tiempo fue por la depresión, luego el trastorno bipolar y últimamente a los niños. Las consecuencias subjetivas y físicas a futuro de la ingesta prolongada de psicofármacos felices que preveía Huxley no están calculadas aun. Con respecto a 1984 de Orwell  podemos pensarlo en términos del imperio de las imágenes y pantallas, tecnologías que han transformado la naturaleza humana.

   Qué podemos decir de estas dos cuestiones de fundamental trascendencia. Podemos pensar que en ambas novelas está implícita un modelo de sujetos y de la vida humana donde no hay lugar para la dimensión de la "pérdida". Cuando Lacan piensa las estructuras que preexisten al sujeto, piensa la estructura del lenguaje por ejemplo, cuya constitución está atravesada por una pérdida, algo que se escapa, un resto insoluble, el resto pulsional del que hablaba Freud. En las estructuras que Fukuyama propone como modelo de las democracias modernas, que para él constituyen la superación del autoritarismo socialista y comunista, no hay lugar para ese resto pulsional, por lo tanto no hay lugar para la singularidad subjetiva. Me pregunto para terminar si Fukuyama cuando habla de las democracias modernas incluye bajo esta denominación a los golpes de estado financieros y a las invasiones militares que realiza su país. 

sábado, 19 de noviembre de 2016

Trazo y sentido

   
Es una idea bastante conocida que el arte no propone transmitir un significado en forma explícita, que la obra una vez producida es del espectador, él es el interprete. Es lo que los artistas dicen muchas veces de sus propias creaciones, En la literatura por ejemplo habría un dejarse llevar por la sonoridad de las palabras  mas que por el significado de las mismas. Hay una lógica similar en otras artes como la pintura o el dibujo.

  Comentaba Felipe Noe una vez que antes que la pintura misma,mas importante aún es el dibujo,incluso en la poesía, lo importante no es el significado que pueda surgir de los versos. En el caso de la pintura lo fundamental es el contacto que se establece entre la mano, el lápiz y la superficie (el papel, el lienzo). ¿Serà que cuando Lacan habla sobre "la gloria de la marca" se refiere en cierto sentido a esto? La huella del significante. El significante es la marca que nos constituye como sujetos. 

    Hay un hermoso libro de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes que refleja un poco estas cuestiones. Cada pagina del libro contiene solo dos elementos: un dibujo de un hombre y una pequeña linea . Un hombre  y las diversas relaciones con una linea..., y las diversas dificultades con una linea. 

    En los tiempos actuales donde la vida ha quedado a la deriva de los excesos, no esta de mas pensar algo de esto. Habilitar la posibilidad de que cada sujeto produzca un lazo que lo sostenga,  Quizás es esto lo que Lacan plantea cuando dice que todo arte se caracteriza por cierto modo de organización al rededor de ese vacío.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Violencia

   Con respecto a la violencia les recomiendo los trabajos de Mario Elkin Rodriguez, psicoanalista de Colombia, que también analiza temas en relación a la adolescencia. Tiene además una pagina web con contenidos interesantes como entrevistas y clases de psicoanálisis. 

  Hay también un libro compilado por Mario Goldenberg titulado "Violencia en las escuelas".  

   Resulta interesante el análisis de Mario Elkin sobre la violencia contemporánea específicamente en Colombia, Medellín, de donde es oriundo. Algunos de sus planteos es que la adolescencia hoy es una adolescencia satanizada. Pasa en Medellín, y si lo trasladamos a nuestra región pasa exactamente lo mismo. Los jóvenes, si cometen delitos (y son de bajos recursos económicos) son choros, drogadictos, pungas, trapitos, no tienen ideales (aunque cuando los tienen son fanáticos). Eso sí, cuando son de las clases altas, son jóvenes con conflictos, que necesitan terapia o rehabilitación, hay que darle una segunda oportunidad porque se equivocó en sus acciones o está en crisis existencial. Lógica común de los análisis mediáticos.


   Mas allá de esto, considero necesario pensar la violencia como síntoma de un empuje pulsional, un empuje que no encuentra otro modo de elaborarse. Tengamos siempre presentes dos elementos para el abordaje de la violencia: - o el cuerpo - o lo simbólico. Es decir, en la relación con el otro, o se pone el cuerpo o se pone la palabra. Es la clásica relación entre pulsión y lenguaje. Por supuesto hay que ver caso por caso, pero a nivel teórico general podemos plantearlo de esta manera. 


   Por eso hay que insistir en la importancia a nivel social de sostener todos aquellos dispositivos donde esté presente lo simbólico, la palabra o el lenguaje. Lo simbólico no quiere decir solo el hablar o conversar (aunque esto a veces tiene un efecto incalculable). Lo simbólico quiere decir que los conflictos puedan ser de alguna forma elaborados y tramitados. 


   Esta es la propuesta que hay que hacer y sostener. Es lo que Freud plantea como lo pulsional de cada sujeto. Lo pulsional se la puede controlar, intimidar, amenazar y podríamos decir también medicar. Pero nada de esto la resuelve. Lo que la resuelve (nunca por completo) es a través de una tramitación posible. 


Francisco E. Ruiz

sábado, 26 de marzo de 2016

Te equivocas Jaime...

   Por azar me encuentro con una entrevista realizda por el conocido conductor Jaime Bayly a Silvio Rodriguez. Me llamaba un poco la atención el contraste, entre el conductor que si mal no recuerdo y por lo que habla en esa entrevista está pocisionado desde un pensamiento ideológico diferente a la de Silvio. Podríamos decir, un liberal entrevistando a un defensor y partícipe de la revolución cubana.

  Rescato algunas palabras de Silvio, con respecto a la democracia representativa, a la distancia necesaria entre la política oficial de un gobierno y la vida cotidiana de un pueblo, como queriendo abrir y ampliar el argumento unilateral del conductor, que insistentemente le pregunta sobre si está de acuerdo con que la radio de Cuba no pueda pasar música de Celia Cruz, o de Gloria Stefan, etc.etc.

      Abrir un poco esa idea, a mi parecer reduccionista, de que la democracia verdadera es que todo el mundo pueda hacer lo que quisiera, la libertad como principio de la vida, que los gobiernos y los estados no tienen que intervenir en la vida colectiva. (Ver a partir del minuto 23.48)
   
     Escuchar a Silvio Rodriguez hoy marzo de 2016 parecería algo antiquísimo, mezclado quizás con algo de nostalgia, luego de la visita de Obama a Cuba hace un par de días. Nostalgia también es crítica del presente (creo haber escuchado alguna vez esto a Horacio Gonzalez) y quizás también como sabiendo que algo se está repitiendo.