sábado, 25 de febrero de 2017

Violencia y control

Vivimos en una poca caracterizada por el imperativo a gozar y por el carácter frágil del poder de la palabra. Los efectos de la época actual se constatan en los cuerpos: imposibilidad de regular "las tensiones usuales de la vida", como dice Lacan refiriéndose al goce.

Jacques Alain Miller identifica el ascenso del goce a la civilización actual y sus consecuencias en la subjetividad, dificultad de encontrar limites, referencias, bordes, regulación. Ante esto nos preguntamos, qué pasa con los lazos sociales.

Eric Laurent plantea a la civilización actual como un orden simbólico desarticulado, cuyas ficciones que constituyen nuestro mundo se hallan frágiles. Hay como una incertidumbre angustiante.

En un mundo con menos referencias para orientarse, se necesitan más intentos de control: controlar los comportamientos con cámaras de vigilancia, controlar los cuerpos con psicofármacos, etc. Laurent llama a esto el "panóptico loco".

La violencia entonces como efecto de la segregación que el mundo capitalista deja como consecuencia, en su intento de homogenizar la subjetividad y de borrar la singularidad de los sujetos.