Angustia y comunidad, dos términos que comprometen al psicoanálisis.
Aparentemente la primera, más que la
segunda. Aunque esto es relativo si tenemos en cuenta que una comunidad se
forma por sujetos y por identificaciones. El ser hablante no tiene identidad.
Para ser, hay que identificarse.
Freud, en El malestar en la cultura refiere que las relaciones con los otros constituyen
una de las fuentes del sufrimiento humano, quizás el más doloroso (1). En Análisis terminable e interminable dirá que el sujeto humano,
masculino, no podrá vencer nunca la lucha
contra su actitud pasiva o femenina frente a otro varón (2). Entonces la
adjudicación al psicoanálisis de ser un tratamiento “intrapsíquico” o individual no tiene en cuenta que tanto
Freud como Lacan pensaron al sujeto en su relación con los otros y con un Otro.
Lacan también pensó lo social, estimo, en términos de civilización. Nuestra
civilización está atravesada por el discurso de la Ciencia. El sujeto moderno,
el sujeto de la ciencia, es el mismo sujeto del que se ocupa el psicoanálisis.
El sostenimiento del psicoanálisis depende, en cierta manera, no de
transformarlo en una ciencia, según los cánones de una ciencia ideal. Sino que la ciencia pueda integrar
al psicoanálisis. Introducir en el “pienso, luego existo” cartesiano, el “soy
donde no pienso” lacaniano.
Dice Lacan en Posición del inconsciente;
“…es no evitando
las implicaciones éticas de nuestra praxis en la deontología y en el debate científico
como se desenmascarará al alma bella” (3).
Entonces nos encontramos con algunas cuestiones. El sujeto y lo social, el sujeto
y la ciencia, que para el psicoanálisis son términos que se implican. Como
afirma Ernesto Sinatra:
“No hay efectos de
estructura por un lado y efectos de la modernidad por el otro. Ya la Psicología
de las masas freudiana rompió con la ilusión de tal dicotomía
individuo-sociedad, al demostrar que lo mas exterior al individuo, el líder
amado, constituye en verdad, el interior más preciado del sujeto…”(4).
Podemos plantearnos entonces algunas preguntas. Sobre el lugar del
psicoanálisis en lo social, sobre la lectura de lo social que puede hacer el
psicoanálisis y sobre qué posición como analista cabe asumir ante la
civilización.
Marzo, 2011
Notas:
* Extracto de Angustia
y comunidad que fue presentado como aporte en la 8ª clase del seminario teórico
– clínico “Los signos del goce”
organizado por el Instituto Oscar Masotta – CID Santiago del Estero.
1-
Sigmund Freud: “El
malestar en la cultura”, 1929
[1930], Tomo III, Ed. Biblioteca Nueva,
Pág. 3025
2-
Sigmund Freud: “Análisis terminable e interminable”, 1937, op.cit; Pág. 3664
3-
Jacques Lacan: “Posición del inconsciente”,
1960, en
Escritos 2, Ed. Siglo XXI,
2008, pág. 796
4-
Ernesto
Sinatra: “¿Todo sobre las drogas?” Ed. Grama, 2010, Pág. 20

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