lunes, 14 de marzo de 2022

La obsesión y la densidad del pensamiento

 


Siguiendo a J-A. Miller en Contribución del obsesivo al descubrimiento del  inconsciente (1) podemos enfocarnos en la relación del obsesivo con el pensamiento. Si nos detenemos brevemente tiene que surgir la pregunta qué es el pensamiento para el psicoanálisis. Si como dice Miller en Psicoanálisis <> filosofía el psicoanálisis ha traumatizado al saber filosófico, y es por eso que Lacan habla de antifilosofía, es porque el sujeto del inconsciente implica un cuerpo afectado, y el saber sobre ese cuerpo se encuentra en insuficiencia. 



Por otra parte podemos decir que en los primeros casos de Freud, por ejemplo se ve claramente cómo un pensamiento, un contenido ideológico dice Freud, tiene un efecto sobre el cuerpo. Este contenido ideológico bien puede no tener una representación consciente para el sujeto. Tiene un efecto sobre el cuerpo como lo muestra por ejemplo la histeria de conversión.

La regla fundamental del análisis refleja exactamente un aspecto crucial sobre el pensamiento en Freud, esto es, hay pensamientos que se articulan entre sí, conectados de forma a veces absurda, como en el sueño, pero no sin razón. Lacan había dicho alguna vez, y sería una buena manera de nombrar el sujeto del inconsciente, soy donde no pienso. O como dice Miller parafraseando a Descartes pienso, luego gozoy.


Volviendo a la relación del obsesivo con el pensamiento, Miller dice que en el obsesivo el pensamiento tiene densidad y consistencia de cosa, y podemos ver claramente esto en el caso de Freud El hombre de las ratas (2). Tomaré algunos pasajes: 


“Un hombre joven, de formación universitaria, se presenta en mi consultorio manifestando padecer representaciones obsesivas ya desde su infancia, pero con particular intensidad desde cuatro años atrás. El contenido principal de su dolencia era el temor de que le sucediera algo a las dos personas a las que más quería: su madre y la dama de sus pensamientos”. (3)


Otro pasaje del caso nos dice también de esta densidad de los pensamientos del obsesivo, a tal punto que no es solo una idea sin importancia sino que el sujeto lo vive como una anticipación efectiva de lo que puede llegar a suceder, o bien, como este pasaje expresa, como una condición o premisa de que algo malo sucedería:


...andaba preocupado por la idea morbosa de que mis padres conocían mis íntimos pensamientos por haberlos revelado yo mismo en voz alta sin darme cuenta de ello; ….como si por pensar aquellas cosas hubiera de suceder algo y tuviera yo que hacer todo lo posible para evitarlo” (4)


Dice Freud “siempre que el sujeto piensa algo relacionado con su deseo, surge en él el temor de que va a suceder algo terrible” (5) 


Entonces con densidad de pensamiento en el obsesivo nos referimos a lo que Freud describe como “idea obsesiva”, que es además, como señala Miller, intrusiva. Es intrusiva porque el yo no se reconoce en ella, no la reconoce como propia, y el sujeto se siente extraño ante ese pensamiento. Por otra parte, como también lo señala Miller, la idea obsesiva se presenta como fórmula: “si…entonces…”  Por ejemplo en el caso de Freud, si pienso tal cosa entonces algo malo sucederá. Y por último la forma en las que se presentan, esto es, de órdenes impuestas al sujeto. Cito un pasaje que expresa esto: 


“...se le ocurrió de pronto [al paciente]...¿qué sucedería si se le impusiera la decisión de cortarte el cuello con la navaja de afeitar? ” En el acto advirtió que aquella decisión se le acababa de imponer efectivamente; … Aterrado ante tan criminales estímulos, le flaquearon las piernas y cayó redondo al suelo” (6)


Se observa aquí este carácter intrusivo y bajo la forma de orden que presenta la idea obsesiva.


Notas

  1. Miller J-A: La contribución del obsesivo al descubrimiento del inconsciente, en Introducción a la clínica lacaniana, Conferencias en España, ELP, 2006

  2. Freud, S: Análisis de un caso de neurosis obsesiva (caso el hombre de las ratas), 1909. Ob. Comp. tomo 2, pág 1441. ed. Biblioteca Nueva - El Ateneo, 2008

  3. Freud S: ibidem. Pág 1443

       4 . Freud S: ibidem. Pág 1444

5: Freud S: ibidem. Pág 1445

6. Freud S: ibidem. Pág 1457

domingo, 27 de febrero de 2022

La palabra en el rock y en el psicoanálisis

 La palabra en el rock y en el psicoanálisis. 




Las letras del rock argentino suelen ser muchas veces enigmáticas, algunas, otras son un poco más claras, aunque aún así las comprensibles en realidad también pueden ser de  múltiple interpretación. Es la respuesta que muchas veces dio Gustavo Ceratti por ejemplo. Cuando le preguntan "Escribiste eso por tal cosa?, él suele decir "No lo sé,creo más en el sonido de las palabras que en su significado”  O bien que la interpretación de una letra la hace el que la escucha. ¿Qué querrá decir por ejemplo Divididos cuando cantan "Pistones de un curioso motor de humanidad, resortes viejos de un amor que va" (1). 


El vínculo significante - significado es puesto en cuestión en nuestra música rock. En cierto sentido, disolver la fijeza de los significados ha sido la tarea artística del rock. 


Spinetta constituye quizás una matriz, un buen ejemplo de esa tarea donde melodías y letras buscan disonancias, y es una búsqueda como dice el propio Spinetta, a propósito. La disonancia y la incomprensión son los puntos claves para un arte que libere al sujeto de las ataduras de la época, años 70, contexto político, dictadura militar. A costa muchas veces del éxito popular y de la venta de discos. Es el propio Spinetta el que reconoce el éxito popular de Sui Generis y Seru Giran, que eran los grupos de Charly Garcia.  Hay en el rock un trabajo con las palabras y las melodías, pero la particularidad que tiene Spinetta es que busca muchas veces adrede la disonancia, y por supuesto no adaptándose muchas veces a los moldes establecidos en la industria musical.


Intentar comprender las letras de las canciones sólo racionalmente es aislarse sensitivamente. Y hay zonas que no entendemos bien de nuestro ser. Cuando uno se emociona con una poesía, por ejemplo, no es dueño de la idea que lo emociona ni resuelve el enigma de lo que lo emociona. Y además, ese ocultamiento ante la razón les da a las palabras el vigor artístico que deben tener". (2)


Manteniendo siempre la diferencia entre el psicoanálisis y el arte, podemos sin embargo encontrar ese procedimiento, si podemos llamarlo así, en Freud  sobre la palabra, sobre la materialidad significante, o como escribe Gustavo Ceratti, la piel del lenguaje (3). Freud en su trabajo sobre  el doble sentido antitetico de las palabras (4) habla sobre aquellas palabras que suenan iguales y que pueden significar cosas opuestas, y la cuestión de la escucha y la interpretación en Freud tiene que ver con el vínculo significante significado. En el obsesivo por ejemplo, Freud señala la verbalización despojada de afecto, es decir el paciente puede hablar sobre un elemento que se vincula a lo traumático de su historia y nombrarlo pero no sabe y no se da cuenta. 


 Cierta operación entonces del artista sobre el lenguaje, que es solidaria de la posición del analista, y que hace conservar cierto misterio o espacio sin sentido en el decir. Son solidarios en este punto también el psicoanálisis y el arte, como dice Spinetta:


 “La arboleda susurra su canto desigual, y parece callar”...”La condición de sentir casi todo sin decir”.(5)


  1. Divididos - Spaghetti del Rock - YouTube

2. Extracto de entrevista en www.instagram.com/algoflotaenlalaguna/

3. Gustavo Ceratti: “Otra piel” Gustavo Cerati - Otra Piel - YouTube

4. Freud S: El doble sentido antitético de las palabras primitivas (1910). Obras Completas

5. Canción “Cisne”: 02) Cisne - L.A. Spinetta (Para los árboles) - YouTube 


jueves, 27 de enero de 2022

El obsesivo y la destrucción del Otro

El obsesivo y la destrucción del Otro.

"...si hay un rasgo constante del obsesivo, es odiar los signos del deseo." Este pasaje de Jacques Alain Miller se relaciona con la cuestión del deseo en psicoanálisis.  Desde los primeros casos de Freud, desde antes de establecer el psicoanálisis, el tema del deseo está presente en los historiales clínicos de las pacientes histéricas, Anna O, Miss Lucy, Elizabeth, Catalina. Años después será el Caso Dora, que Lacan lo ubica como paradigma de la histeria. La relación conflictiva con el propio deseo y con el deseo del Otro. La imposibilidad de reconocer el propio deseo, el conflicto y la incompatibilidad, que señala Freud frecuentemente, entre el deseo y lo que tolera el yo de ese deseo, es quizás lo que lleva a Lacan a decir que el psicoanálisis es una "erotología". El odio a los signos del deseo, este odio que habita en el obsesivo, está vinculado también al odio a la mujer, como bien señala JAM, y también con lo que Freud dice del horror a lo femenino. Recuerdo dos películas que tienen argumento similar y donde refleja la cuestión del deseo, hacer esperar a la mujer, huir del amor, dedicarse en la vida solo a cumplir las obligaciones, y, algo que está presente en el caso paradigmático de la obsesión El hombre de las ratas, la imposibilidad de decidir. Una con Anthony Hopkins y Emma Thompson "Lo que queda del día" y la otra es con Kate Winslet y Ralph Fiennes "El lector"

En este sentido se puede pensar cuando Lacan en relación al obsesivo habla de la "destrucción del deseo del Otro", esto es, la destrucción del lugar del deseo.

Francisco Ruiz